Caída

Caer

Quise fingirme a mi misma estar bien. Hacer el esfuerzo. Convencerme. Pero fue inútil. Aveces es mejor dejar ser. Y si es lo que tiene que ser en este momento,cederle el paso a la angustia y el llanto. Desahogar. Pero que difícil me es aceptar la caída

Sentir dolor? Quien quiere sentir dolor? Esa opción no está en el catálogo de las personas. Todos conocemos la sensación de sentirnos mal. De tropezar. De caerse y volverse a levantar. Pero tal como aveces en nuestra vida caemos y sólo tenemos un pequeño raspón, también están esas caídas que nos quiebran una pierna, o en este caso, nos quiebran en el interior. Que duras son esas caídas.

Llorar, llorar,llorar. Pensar que todo esta bien y volver a caer en lo mismo. Estar con un malestar constante, que aveces nos engaña escondiéndose e ilusionándonos, todo, todo para volver. Estar en un pozo profundo y escalar, escalar, resbalar y volver a caer perdiendo todos aquellos pasos que tanto nos costo subir. 

"Un tropezón no es caída" "siempre te puedes levantar" "cuando menos piensas sale el sol" aveces no son suficientes. Porque quien quiere sufrir en el momento en que esta sufriendo? Aveces tenemos lo que queremos, pero no lo que necesitamos. Creo que esa es la verdadera explicación a muchas caídas.

Tal como un niño que llora cuando sus papas lo retan o lo corrigen, lloramos o nos embroncamos cuando la vida nos recuerda que quizá algo esta mal. Nos tira alertas muchas veces pero no, tenemos que esperar ese cachetazo fuerte que nos haga caer fuerte fuerte a la realidad. Pero ese niño al crecer se va a dar cuenta que esos retos le enseñaron a vivir, a ser una persona cada vez mejor. Y para nosotros también  hay un consuelo.

 Todos sabemos que después de una caída viene el consuelo y el crecimiento. Nos cuesta aceptarlo, pero caer es crecer. 

Y como nunca vamos a querer caer, recién cuando la tormenta pase vamos a estar felices de haber crecido. De poder estar mejor. De ser un poco más nosotros mismos. De poder valorar todo lo que tenemos alrededor.